A lo largo de los años, la fabricación de lockers ha evolucionado constantemente sin dejar de enfocarse en lo primordial: El correcto almacenamiento y la optimización de espacios. Los lockers proporcionan un espacio seguro, privado y oportuno para poder guardar todo tipo de elementos, desde pertenencias personales muy importantes, hasta herramientas de trabajo delicadas o mercadería de alto valor. La industria del almacenamiento no se entiende sin estos protagonistas, por lo que en este artículo indagaremos un poco más en el mundo de la fabricación de lockers.
Historia y evolución de los lockers
El origen de estos elementos se remonta a la Europa antigua, cuando comenzaron a surgir las primeras versiones rudimentarias de sistemas de almacenamiento, debido a que las civilizaciones se establecían en lugares durante más tiempo. En el inicio eran simples cajas de madera con cerraduras básicas, hasta que empezaron a utilizarse en distintos escenarios como escuelas, recintos deportivos y gubernamentales, por lo que tuvieron que alcanzar un nuevo nivel de seguridad. Esto conllevaría a la siguiente etapa crucial en la historia de los lockers, la implementación de los lockers de metal a finales del siglo XIX, lo que supondría mayor resistencia y seguridad.
Durante el transcurso del siglo XX, la evolución siguió siendo una constante, adoptando nuevos materiales, nuevos diseños funcionales y estéticamente impresionantes, pero la mayor revolución se dio gracias a la incorporación de nueva tecnología que permitió la producción de lockers en masa. Esto traería como resultado una reducción considerable de costes y la accesibilidad para una amplia gama de usuarios. En la actualidad, la fabricación de lockers ha alcanzado un nivel óptimo que sigue enfocado en durabilidad, seguridad y personalización para satisfacer necesidades tan específicas como requieran los usuarios.
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Proceso de fabricación de Lockers
El proceso de fabricación de lockers conlleva una serie de etapas que van desde una correcta planificación de diseño inicial, hasta la adaptación, producción y ensamblaje. En los inicios es importante definir las necesidades de la producción, para esto se planifica y diseña utilizando programas de software especializados que crean modelos fieles y precisos. Probablemente esta etapa es la más importante, pues aquí se deben anticipar los posibles problemas y errores para hacer el resto del proceso exitoso.
Cuando se aprueba la fase de planificación y diseño, lo siguiente es la producción como tal, lo que deriva en varias etapas clave. La primera es el corte de materiales que se hayan designado previamente, por lo general utilizando máquinas especializadas que funcionan con una alta precisión, independientemente del material a trabajar. Cuando las piezas individuales están listas, se someten a procesos de doblado para obtener las formas y ángulos requeridos.
La siguiente etapa en la fabricación de lockers es el ensamblaje, donde se unen las piezas para conformar la versión final de los lockers. Este proceso conlleva soldadura, remachado y atornillado o el uso de otros fijadores. Finalmente, se instalan las cerraduras, bisagras y accesorios requeridos para entregar al cliente no sin antes someterse a un riguroso proceso de control de calidad que garantiza altos estándares de seguridad, durabilidad y resistencia.
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